La Abstinencia: El dedo de E.T

Abstinencia

Alejarse. Que no se tiene algo. Evitar la satisfacción de un apetito. Contenerse

Vamos a resaltar algunas cuestiones básicas a la hora de tener que lidiar con una situación de semejante envergadura.

El acto de abstenerse puede ser voluntario o no. Es decir, una elección para lograr algo con un fin en particular o una terrible tortura, presente en nuestra cabeza constantemente. Algo que queremos y deseamos, pero no sucede. Hay un poco de obsesión, no me digan que no.

La clave es no desesperar. Cuanto más pensás en algo que no tenés, más lo querés. (!)

El tipo de abstinencia por el cual pasamos es delicado, ya que viene incluido dentro del combo de las necesidades básicas del ser humano. Y no nos olvidemos de sumar que una vez que probaste, más cuesta olvidarse.
Ahora no lo tenemos, se nota y mucho. Ya sea a través del mal humor, el acné, el descontrol, la liberación del cuerpo, y paremos de enumerar.

Es importante el control mental y darte cuenta de hasta donde llega tu capacidad de resistencia. No olvidemos que el dolor es crecimiento y seguimos conociéndonos. Somos casi gigantes, pero no… siempre hay más.

Realmente esta ausencia de algo se nota. No hay vuelta que darle. Algo falta

Al ser una necesidad debemos satisfacerla o hacer algo con ella. Como todo ser pensante antes de tomar una decisión, debemos saber con las opciones que contamos y los riesgos que corremos. Tenemos una pregunta: qué hacemos con esto que nos pasa? Respuestas:

1. Saciar nuestro apetito. Un vuelo de cabotaje? El acto sin amor?
2. O podemos tratar de controlarnos y no vivirlo como algo tan presente. Descargar por otro lado. Hasta que llegue algo interesante. Muy difícil...

Estamos como caperucita: que tomamos el camino corto o el largo? Ojo con el lobo!!!

Una vez definido nuestro deseo, podemos comenzar a actuar o simplemente no darle la suficiente importancia y dejar que fluya.

Si optamos por la opción uno, sepamos que se limita al vuelo de Cabotaje. No más que eso. Con lo cual no esperes un abrazo post garching y mucho menos un llamado para ver como estas.
Te lleva al lugar donde queres llegar en dos horitas o tres, como mucho. Toda elección implica una responsabilidad de hecho. Así que, cumplido tu objetivo, volves a casa y esperas otro viajecito, a lo mejor tenés suerte y conseguís uno con escalas.

En el caso de que sigamos creyendo en el amor y consideramos que puede aparecer en cualquier momento, nos sumergimos en el control. O tal vez, todavía estés tan broken hearted que simplemente ni tenés ganas.
No importa! siempre hay otras opciones para liberar feromonas.
Pero si o si, algo hay que hacer. Porque está todo bien con el dolor y el sufrimiento pero te juro que se nota corazón y no es justo que el resto tenga que lidiar con las evidencias de tu abstinencia.

La actividad física indiscriminada no es buena. Pero si, en su justa medida. Bastante spinning, pedaleo, pedaleo, música fuerte, descarga, luces. Te recomiendo que te vayas antes del relax porque siempre sale algún tema de coldplay que te rompe el alma nuevamente. Elongá en tu casa. Porque sino vas a necesitar media hora de cinta más para volver a poner la mente en blanco.

Si no descargamos, la abstinencia nos come, se apodera, nos chupa y finalmente te controla!!!!
Y ahí si my love, otra vez en ruinas. Tu cuerpo empieza a tener vida propia y es muy probable que pierdas cierto dominio sobre él.

Lo que nos lleva a vernos envueltas en situaciones sencillamente: irremontables

La paqueteada
Después de varios meses de nada, una piensa que ya se olvidó como era la extremidad masculina. En un primer momento te asustas pensando como puede ocurrir eso, después empezas a imaginar, recordar, representas, hasta que llegas a simplemente mirarlo. Lo buscas… querés saber si sigue existiendo algo por ahí abajo.
Los ojos se van. Y hurgamos con la mirada a través de pantalones. Tratamos de ver si hay vida atrás de tanta tela.
Podríamos decir que nos ponemos un tanto curiosas y buscamos al queridísimo dedo de E.T.
Control. Una cosa es ir mirando por la calle y otra es en una reunión, no da que te cuelgues en la bragueta de algún hombre. Te juro que se dan cuenta. Cuando eso pasa, encima tratas de disimular algo absolutamente evidente. Es mejor que por ahí lo mires y te rías que hagas la gran: pestañeo, pestañeo más fuerte, no te miro, miro alrededor y cara de rata. Al segundo, la mirada ahí otra vez. Hay como un imán. Y lo peor es que cuanto podes llegar a ver?!!??!!?!? La duda mata al hombre!
Fuck!!!!! Miré otra vez.

Esta bien chicas! Quien dijo que ellos solos pueden mirar impunemente. Es circunstancial, ya va a pasar…

La salida con objetivo… Danger!
Es genial, porque lleva toda una logística previa. Tus amigas te ven tan mal que quieren que ya estés con un chongo. Buscamos, buscamos, buscamos y encontramos alguno que hace un tiempo lo vimos y nos pareció algo lindo. Va a ser tu próximo objetivo.
Producción y puesta en escena. Llegás al lugar y opa causalidad, sin querer está él. Miradita va, miradita viene. Mientras tanto un trago, un vaso de cerveza. “Dale nene deja de mirar y vení a hablar”.
Fundamento 1: Que se acerque él
Fundamento 2: Ponete un límite de espera, sino terminas borracha y encarándolo vos. Dignidad Soldado!!! No queremos un rebote! Puede ser terrible para la autoestima en recuperación.

Por que es tan difícil!!!! Porque pensas todo el tiempo en eso!
Un poco de introspección, elevar la autoestima, tener ganas de salir por salir y vas a ver que cuanto menos lo busques, llega. Sin pensar... ET Casa!
Arriba los corazones y a disfrutar!